sábado, 12 de septiembre de 2015

Los Extractores de Leche Materna (Parte I)

Un objeto de uso muy habitual en la clínica de lactancia son los extractores de leche materna. Son un gran aliado en algunas ocasiones, pero ¿cuándo y cómo se usan? o ¿cuál escoger? Estas son dudas muy frecuentes que me llegan a la consulta y que a continuación intentaré resolver.

Un extractor de leche materna (también conocido como “sacaleches”) básicamente es un aparato que tiene por función succionar las mamas cuando el bebé no puede hacerlo, ya sea porque lo hace insuficientemente o de forma no adecuada. A continuación nombraré las situaciones más comunes:

1. Hospitalización del bebé o de la madre:
Hay situaciones en que el bebé no puede mamar de forma directa, ya sea por prematurez o por enfermedad de él o de la madre, lo que se traduce en una hospitalización. Si existe la posibilidad que esto sea una situación transitoria pero que pueda durar varios días o incluso semanas, estamos frente a un problema. En el proceso de producción de leche, participan diversos factores. Aunque el parto fuese prematuro, la producción de leche está asegurada ya que el proceso llamado Lactogénesis I se inicia aproximadamente en la semana 20 de embarazo, preparando al cuerpo de la madre para cualquier eventualidad de un nacimiento de pre término. Por otra parte, si bien el calostro no depende de la succión propiamente tal, la Lactogénesis II, el segundo proceso en la cascada de eventos luego del nacimiento para la producción de leche, sí depende de ello. La glándula mamaria funciona de forma que produce más leche cuanto más se vacía, pero si no la vaciamos frecuentemente, primero aparecerá la ingurgitación mamaria, que puede llegar a ser muy desagradable, pero después se irá reduciendo la producción de leche hasta desaparecer. Para evitar esto podemos usar un extractor, ya que ayudará en ambas cosas: mantener un vaciamiento constante y aliviar la ingurgitación. Además le permite a la madre extraer la leche que, en algunos casos, se puede suministrar al bebé aunque él no sea capaz de tomarlo directamente de la mama o almacenarla para cuando se recupere. De este modo, mantenemos la producción de leche para que, llegado el momento en que el bebé pueda volver a mamar directamente, esté todo funcionando de forma adecuada. De hecho, no pensar en esto cuando una madre o su bebé enferma, es motivo de que muchas lactancias se pierdan.

2. Malformaciones de la cavidad bucal:
Aquí podemos encontrar que las más frecuentes son la anquiloglosia (conocida como frenillo sublingual corto) y la fisura labiopalatina. Especialmente en la segunda se puede dificultar la lactancia de forma importante más que en la primera. Ambos problemas tienen solución con cirugía. En algunos casos de anquiloglosia es un procedimiento ambulatorio muy simple, dependiendo de la edad y del grado, pero en otros es más complejo (sobre todo en la fisura labiopalatina) y eso hace que a veces se retrase el tratamiento, y por ende se perjudique la lactancia. Si hasta que se resuelva el problema no hay un manejo adecuado de la lactancia con ayuda de un profesional, ésta se puede perder. Al igual que en el caso anterior, la madre puede usar un extractor y guardar la leche para suministrársela al bebé por otros medios o almacenarla.

3. Extracción temporal por toma de medicamentos:
Cuando se presenta una enfermedad de la madre que debe ser tratada con medicamentos que contraindican la lactancia de forma total, para mantener la producción es necesario seguir vaciando la mama y ahí de nuevo el extractor es de gran utilidad. En los casos en que el bebé no puede mamar debido a esto, la madre puede usar el extractor para seguir extrayendo la leche aunque no pueda dársela hasta que desaparezca el medicamento del organismo. Aprovecho este artículo para volver a comentar algo que hace algún tiempo mencioné en el blog. No todos los médicos tienen claro el grado de contraindicación de los medicamentos con la lactancia materna y ante la duda contraindican la lactancia de forma innecesaria. Para resolver ese problema se creó E-Lactancia y LactMed. La primera está en idioma español y la segunda en inglés, y en ambas páginas web pueden consultar cualquier medicamento y su acción sobre la lactancia, y si pasa o no a través de la leche materna al bebé. Especifican cuales son los efectos que puede producir en el lactante si los hay. Y según todo eso establece grados de recomendación. En la mayoría de los casos el tratamiento de la madre es posible manteniendo la lactancia o existen medicamentos alternativos que lo permiten.

4. Incorporación o vuelta al mundo laboral de la madre:
En Chile, la licencia post natal dura 84 días y si se hace uso completo del relativamente nuevo post natal parental, son 84 días más, lo que sumado alcanza a ser casi 5 meses y medio. Partiendo por esto, entendemos que cumplir la recomendación de la OMS sobre mantener la lactancia materna como alimento exclusivo de los niños hasta los 6 meses, es complicado cuando la licencia post natal no llega a esa duración. Si la madre quiere mantener esta lactancia como alimentación exclusiva, el extractor puede ser de gran ayuda para sacarse leche en los momentos del día que su trabajo se lo permite y guardarla para que se la den al bebé cuando ella no está, durante su horario laboral. Es una solución parcial, que en muchos casos es bastante engorrosa, pero que algunas madres llevan bastante bien.

5. Relactación:
Cuando una madre nunca ha amamantado (en el caso de las adopciones) o ha dejado de hacerlo por cualquier motivo pero desea volver a darlo, es posible lograrlo con el uso del extractor, el relactador y según el caso, con fármacos galactogogos. Si la madre es constante, puede lograr recuperar la lactancia o incluso inducirla cuando nunca se llegó a instaurar.

Hay muchas otras situaciones en las que puede ser útil un extractor, pero en todos los casos lo importante es tener claro que no es un marcador fidedigno de la producción de leche y que no existe mejor extracción que la que puede lograr el propio bebé. Muchas madres cuando empiezan a usarlo se desesperan, porque no ven inmediatamente los resultados que esperan, pero yo siempre he dicho que la extracción de leche materna es un verdadero arte que requiere de constancia y una adecuada técnica, y que en caso de problemas, con la ayuda de un profesional en lactancia se puede mejorar.

Con cariño, Doctora Mamá.


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